Todos sabemos que no es sencillo organizar el tiempo para realizar las tareas. Pero si las tareas dependen de nosotros mismos la organización se complica aún más porque tendemos a procrastinar.
Procrastinar es dejar las cosas para más tarde. Tareas que estaríamos en disposición de acometerlas pero que evitamos posponiéndolas en el tiempo, como si así se solucionasen solas.
Durante más de un año que llevo haciendo las cosas a mi ritmo y gusto he vivido diferentes etapas: desde hacer interminables listas de tareas, pasando por el método kanban, hasta ignorar cualquier tipo de prioridad y hacer lo que simplemente me apetece en cada momento.
No puedo discutir que el caos me gusta, nos atraemos mutuamente si no hay métodos de control. Pero es bien cierto que la sensación de tener algo ahí, pendiente por hacer, es un martillo que molesta, irrita, cansa, agobia…
Esta entrada la he empezado a escribir sin saber qué resultaría, por lo que es mi intención ir hilando hasta donde me lleve la reflexión, sin seguir un guion previo. Ya usaré la técnica de preparar un guion en otras entradas. Ésta, de momento, no es de esas.
Han pasado unos días desde mi cumpleaños y sin poder evitarlo he hecho balance. La sensación es de una montaña rusa porque en ocasiones me encuentro muy animado y seguro de lo que estoy haciendo con mi vida profesional y en otras me veo como algo fuera de mercado e inútil.
Buenos momentos
Podría resumir los buenos momentos por aquellos en los que me salen las cosas bien. O me llaman para hacer una entrevista de las que me suelo “enamorar” con relativa facilidad. La verdad es que en estos momentos me siento capaz de hacer cualquier cosa utilizando como principal arma el sentido común.
Un momento bueno fue al terminar el trabajo de profesor de moodle, fueron sólo 3 días de clases, en cierto modo era mi bautismo tras el Máster, por lo que quería hacerlo bien y utilizar mis principios. Como el grupo tenía sus peculiaridades tuve que adaptarme al mismo, y esa metamorfosis de mi planteamiento no fue más que la aplicación directa de mis principios, por lo que salí reforzado y encantado con la experiencia.
Otro momento bueno fue la llamada de mi socio de Rescatalo.com invitándome a acompañarle en una aventura que ya tiene lanzada. Las condiciones son buenas y la sensación también. Sólo falta que se concrete…. de ahí que haya momentos menos buenos.
Momentos regulares tirando a malos
Cuando todo avanza la cosa va bien pero cuando todo se queda estancado la sensación es mala, muy mala. Nada sale adelante o termina sin concretarse.
En la mayoría de las ocasiones no depende de uno mismo, por lo que la sensación de descontrol de la situación te penaliza. Pero debería poder revertirlo a mi favor.
Un momento malo es cuando salen las listas de las oposiciones en las que tienes esperanza y te valoran con un cero patatero tu experiencia laboral. Otro momento malo es cuando en las plazas de profesor asociado utilizan criterios demasiado arbitrarios para favorecer a quien les apetece en cada tribunal. Y otro momento mal, por cerrarlo, es cuando un trabajo deseado no llega a plasmarse en nada, aun pasando 6 meses desde el primer contacto… “seguimos en marcha…” es la respuesta.
Me organizo mi tiempo como quiero
Dedico el tiempo profesional como mejor me parece a varios proyectos que tengo en marcha, a formarme, a leer, etc…
Pero posiblemente no esté utilizando el enfoque adecuado. Tal vez deba alejarme para identificar si realmente estoy haciendo lo que debo. Ahí está el problema, nadie tiene la verdad absoluta de lo que debo hacer.
En este año he estudiado un Máster oficial, he lanzado un proyecto (sin éxito finalmente), he estado con mi hija, he mejorado mi calidad de vida (y engordado), he mejorado mis proyectos personales, he estado apunto de lanzarme a abrir una franquicia. Pero hay cosas que no he hecho y que seguro que podría haberlas hecho como salir a correr, hacer ejercicio, aprender inglés en serio, sacar la ropa de invierno al principio del invierno y la de verano a principios de verano… Siempre me he buscado excusas, malas o buenas, pero excusas generadas por mí mismo.
Concluyendo
Para cerrar el post diré que debería tener un enfoque más positivo de todo. He hecho muchas cosas y voy a hacer muchas más. El sistema de trabajo y empleabilidad en España es el que es ¿y?.
Ahora que he terminado el post a ver qué título le pongo.